viernes, mayo 16, 2008

Mentiras de Occidente

Inexistente Al Ándalus, de Rosa Mª Rodríguez Magda, me ha puesto sobre la pista de un libro reciente del pensador francés Pascal Bruckner.
Rodríguez Magda, que denuncia la mitificación de la historia de Al Ándalus a la que se aplican con fruición tantos y tantos intelectuales y creadores de opinión de izquierdas, erigidos a sí mismos en los últimos rescoldos de las Luces de Occidente cuando no son más que sus donjulianescos verdugos, se inspira, para elaborar su particular j’ accuse , en las tesis que Bruckner expone en La tyrannie de la penitence. Essai sur le masochisme occidental.
Bruckner desde luego no se anda por las ramas y denuncia como otros, no tan numerosos como silenciados, que la inquina con la que nuestros intelectuales de izquierdas se ceban con los pecados de Occidente es sólo superada en intensidad y gravedad por la justificación, latente en sus lamentos pietistas y buenistas, de tantos y tantos crímenes y criminales no occidentales.
El libro de Bruckner no está traducido, aunque es bien asequible a través de amazon.fr . Sí es recomendable, para aproximarse al autor, dedicar unos minutos a la lectura de un artículo publicado en letraslibres.com
Algunos botones de muestra:

“La gran virtud de Europa reside en la conciencia de su lado oscuro, de sus taras, la fragilidad de las barreras que la protegen de su propia deshonra. Esta lucidez impide que Europa llame a la cruzada del Bien contra el Mal proponiendo en cambio, como tan certeramente lo expresó Raymond Aron, luchar por lo preferible contra lo espantoso. Pero la desconfianza que se cierne sobre la mayor parte de nuestros logros más impresionantes lleva siempre el riesgo de descender hasta el más odioso y fácil derrotismo. Vivimos merced a los dividendos producidos por nuestra autoacusación. Supuestamente estamos en eterna deuda con los pobres, los oprimidos, los inmigrantes... y nuestra única obligación es redimirla eternamente. Qué mejor que considerar como una epidemia la ola de arrepentimiento que se extiende por todo el continente, sobre todo entre las religiones principales. Esta sería una actitud inmejorable, siempre y cuando las otras culturas y creencias reconocieran también sus errores. Para muchos países, especialmente en el mundo árabe, la autocrítica se confunde con la búsqueda de un chivo expiatorio: nunca es culpa suya, siempre de otro.

“Europa occidental sabe que, sin la ayuda estadounidense del siglo pasado, habría sido borrada del mapa o colonizada por las tropas soviéticas.”

“En la imaginación de muchos intelectuales y dirigentes políticos, Estados Unidos desempeña el papel que alguna vez tuvieron los judíos en la demonología nacionalsocialista.”

“Estados Unidos no está mejor sin nosotros que nosotros sin él. Pese a la desconfianza mutua, estamos condenados a fortalecer nuestros vínculos y a aumentar la cooperación trasatlántica.”