viernes, noviembre 27, 2015

El día que todos los españoles habíamos leído a Kant

No sé qué es más reprochable: que un Doctor en Ciencias Políticas, profesor universitario de Ciencia Política y de la Administración y candidato al Congreso, cuando es requerido por un alumno (que se había referido a los derechos civiles, la libertad individual y la ética) a recomendar una obra de filosofía, aconseje  (“por ser tú”) leer la menos ética y política de las obras de Kant y además confunda su nombre (¿Ética de la razón pura?) o que un Licenciado en Derecho que trabajó como abogado y que también es candidato al Congreso afirme que sabe de la importancia de Kant porque lo ha estudiado y que recomendaría cualquiera de sus obras aunque también reconoce que él no ha leído ninguna.
¿Quién es consciente de los límites de su ignorancia?

¿Quién quizás los oculta e incluso miente al dar a entender que ha leído la obra de Kant que recomienda?