domingo, junio 19, 2005

Terroristas y elecciones

Los grupos terroristas parece que se han aficionado a los golpes de efecto en las vísperas de las elecciones democráticas. En apenas dos años, hemos visto a quien quiera que fuese el 11-M y ahora ETA lo intenta el día de la jornada de reflexión en Galicia.

Un fenómeno interesante que no deberíamos perder de vista. No quiero ser pesimista, pero de seguir así, además de probables jornadas de dolor cada vez que haya de celebrarse un proceso electoral, asistiremos a un condicionamiento masivo de las posiciones de los electores por parte de los grupos terroristas.

Ya incluso se atisban las estrategias de acción: un atentado aparentemente motivado por una decisión del gobierno, se carga al gobierno y una tregua en la línea de la acción del gobierno, probablemente ayude al partido del gobierno a ganar unas elecciones regionales.

Al margen de estas especulaciones logísticas, hay algunas cuestiones interesantes en el asunto.

¿Son los electores más maleables que los gobiernos? ¿Es más fácil torcer la voluntad de los electores que la de los electos? Y sobre todo ¿es más barato a la vista de la aureola de legitimidad de cualquier decisión electoral que la inmuniza frente a toda crítica? Efectivamente, nadie discute el veredicto de las urnas, pero es que muchos ni siquiera se atreven a criticarlo, mientras que la acción de gobierno está sometida al constante escrutinio crítico de intelectuales, periodistas o ciudadanos. Así si un gobierno motu propio hinca la rodilla ante los terroristas, probablemente haya firmando su propia sentencia de muerte, pero si lo hace movido por “el pueblo”, entonces la decisión solidifica y automáticamente deja de ser cuestionable desde cualquier punto de vista.

De otro lado, ¿habrán tomado buena nota los terroristas del carácter acomodaticio de las masas de electores y de lo barato que éstos se venden a cambio de decisiones perdonavidas (véase: treguas parciales “sólo para Cataluña” o “sólo para políticos”?

Actualización: José Blanco se suma a la estrategia al afirmar que "parece que algo se está moviendo en el entorno etarra" (léase: la política antiterrorista del gobierno indujo la tregua, luego es la acertada, luego hay razones para votar al PSOE).

martes, junio 14, 2005

The power of blog

La concesión del Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales a Giovanni Sartori (a quien me refería en el post anterior) me ha animado a leer algunas de sus obras más conocidas. Hace tiempo que abordé su Teoría de la democracia, aunque el paso de los años haya hecho mella en mi recuerdo. Ahora afronto “Homo videns: la sociedad teledirigida” y “La sociedad multiétnica.

El primero de los libros citados es más que recomendable. En él Sartori, en la línea de Cassirer, considera que el hombre es un animal con capacidad simbólica y que dicha capacidad se despliega en el lenguaje. El lenguaje es para el hombre no es sólo un instrumento de representación de estímulos (de esta circunstancia participarían también ciertos animales), sino un instrumento útil para pensar, para reflexionar sobre lo que dice y que permite la abstracción y el simbolismo. De ahí que el desarrollo de la civilización esté indisolublemente ligado a la comunicación, primero oral y luego escrita.

También es importante que la formación de los niños se lleve a cabo originariamente a través del lenguaje y no exclusivamente a través de estímulos sensoriales directos. Esto los dotaría originariamente de es capacidad simbólica de la que los animales carecen y que nos singulariza como especie superior respecto de nuestros más próximos parientes del reino animal.

Sin embargo, este esquema habría sido profundamente alterado por la televisión pues ésta, a diferencia de los libros o de la radio, subordina la palabra a la imagen, con lo que el lenguaje pasa a un segundo plano.

Además se da la circunstancia de que la televisión se ha convertido en la fuente formativa básica de los seres humanos: los niños pasan horas ante la televisión incluso antes de ser capaces de hablar y es a través de las imágenes televisadas a través de las que se forman.

Esto estaría provocando, o podría provocar, una auténtica mutación en la especie humana que cada vez sería menos sapiens y más videns. Esta mutación es, conviene subrayarlo, una regresión en la evolución de la especie, pues ahora estaríamos formándonos a partir de meros estímulos visuales y al relegar el lenguaje estaríamos perdiendo capacidad para la abstracción y el simbolismo. Dicho crudamente, estaríamos más cerca de los primates de lo que lo estaban nuestros abuelos; nuestro proceso formativo, por tanto, sería cada vez más parecido al de los chimpancés: estímulos visuales o sensoriales, en general, directos, lo que nos privaría de capacidad para el lenguaje, la conversación, la abstracción o la reflexión.

Pero ¿qué pasa con Internet? ¿Qué papel juega la red de redes en este asunto? ¿Y la Blogosfera?

Sartori es moderadamente optimista en este punto. Considera que “Internet, la ‘red de redes’ es un prodigioso instrumento multiarea: transmite imágenes, pero también texto escrito; abre al diálogo entre los usuarios que se buscan entre ellos e interactúan; y permite una profundización prácticamente ilimitada en cualquier curiosidad”.

Sin embargo, concluye afirmando que la televisión y su producto generalista, plano y en masa que triunfará entre los perezosos, mientras que Internet, que proporciona productos a medida de diferentes intereses saturará a los pasivos y sólo triunfará entre los activos, entre los que quieran conocer, dialogar y buscar. Es decir, entre los mismos entre los que triunfan los libros o las tertulias.

Me permito formular, para concluir, dos consideraciones a las tesis de Sartori.

La primera va referida a la televisión: aunque su diagnóstico me parece acertado no hay que menospreciar el valor de la palabra incluso en el medio televisivo. Dicho de otro modo, la televisión no sería, pese a sus limitaciones, intrínsecamente perversa y tendría solución. La clave está, por tanto, en gran medida en lo que se dice incluso cuando lo que se dice complementa lo que se muestra. No todo mensaje, por el mero hecho de ser televisado, se convertiría entonces en un mensaje regresivo por naturaleza.

En segundo lugar, respecto de Internet y, en particular la blogosfera, decir que, a diferencia de los libros, facilita la interacción en una medida de la que probablemente no somos conscientes. Para contestar al autor de un libro hay que escribir otro libro; para contestar al autor de un post basta con pinchar en el icono correspondiente, aporrear un poco el teclado y ya está; es más será posible incluso disponer en breve de la respuesta del autor original, algo que con los libros podría llevar años. Esta aceleración del proceso comunicativo probablemente anime a muchos no lectores de papel a salir de la pereza, apagar la tele y engancharse a la red. De otro lado, los activos, esto es, los que normalmente leerían, también quedarán mucho más involucrados a la red de lo que lo estarían a los libros de no existir la red. Al final, en un mundo de libros y ordenadores, seguirá primando el mensaje escrito, la calidad, la diversidad y el pluralismo que es lo importante. Por estos dos motivos, no es despreciable ni se debe descartar una sustancial mejoría en nuestra capacidad simbólica y nuestros conocimientos como consecuencia de la red. Si este efecto compensará o no la regresión que supone el homo videns es algo sobre lo que no me atrevo a pronunciarme.

viernes, junio 10, 2005

Sartori, premio Príncipe de Asturias, contra el multiculturalismo

¿Qué pensará, Giovanni Sartori, el nuevo premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, de la zapateril Alianza de Civilizaciones? A la vista de lo que escribe en "La sociedad multiétnica" su opinión no ha de ser muy buena. (Puedes encontrar una reseña del libro aquí).
Por cierto, Sartori se impuso a Rüdiger Safranski, cuyos planteamientos parecen ser más políticamente correctos. No en vano es conocido por su radical oposición a la globalización: "la globalización total y sin restricciones puede significar la muerte de un sistema cultural".
El astunto podría haber escocido y si no echa un vistazo al perfil de Sartori que hace plus.es

jueves, junio 09, 2005

Hacer gala de la competencia (sobre un post de Milton)

Hace unas semanas, Andrés H. Gil von der Walde (Milton) creía haber descubierto en un anuncio de TV "una empresa que hace gala de su defensa de la competencia, y por tanto, de la generosidad . Porque gracias a la competencia, Electrodomésticos Idea tiene que poner todo su empeño en satisfacer a los posibles compradores proveyéndoles con lo que ellos aprecian" (el post aquí). Poco desués, un comentarista de su bitácora le hizo ver el error ya que "el anuncio en cuestion, presenta a su competencia como un desastre, razón por lo cual, les da las gracias (a la competencia) ya que le permiten vender sin problemas, o sea, SIN competencia".
Sin embargo, aquí podéis encontrar un caso de una empresa que hace publicidad de su propia competencia al incluir en su página web el listado de las empresas con las que concurre en la producción de dulces navideños, pues, tal y como me ha dicho el diseñador de la página, llegó a la conclusión de que así inspiraría confianza a los nuevos compradores que se mueven por la red y además convertiría a www.sanenrique.com en el portal de acceso a las restantes empresas del sector.
En algo se parece a lo que Milton creyó ver.